COMPETENCIAS QUE DEBE POSEER UN PROFESOR Y ALUMNO PARA EL USO DE LAS TIC´S
En la actualidad vivimos en un contexto globalizado, por lo tanto los ciudadanos debemos de poseer ciertas competencias en el uso de las TIC´S, que nos ayudaran a seguir a flote en la sociedad y sobre todo en competencias en el mercado laboral que cada vez es mas difícil mantenerse en el. Si no enfocamos al contexto educativo tanto el docente como los estudiantes, deben de ayudarse de las TIC´S, para lograr una mejor enseñanza y generar aprendizajes significativos en los alumnos. La utilización continua de las TIC, dará como reflejo capacidades importantes para el uso de ellas y el docente debe desempeñar el papel de la persona que ayuda a los estudiantes a adquirir estas capacidades, que a su vez, con la práctica se ayuda así mismo a dominarlas.
Hoy en día, los docentes en ejercicio necesitan estar preparados para ofrecer a sus estudiantes oportunidades de aprendizaje apoyadas en las TIC; para utilizarlas y para saber cómo éstas pueden contribuir al aprendizaje de los estudiantes. Capacidades estas que actualmente forman parte integral del catálogo de competencias profesionales básicas de un docente.
Los docentes necesitan estar preparados para desarrollar a los estudiantes con las ventajas que les aportan las TIC. Escuelas y aulas –ya sean presenciales o virtuales- deben contar con docentes que posean las competencias y los recursos necesarios en materia de TIC y que puedan enseñar de manera eficaz las asignaturas exigidas, integrando al mismo tiempo en su enseñanza conceptos y habilidades de estas. Las simulaciones interactivas, los recursos educativos digitales y abiertos (REA), los instrumentos sofisticados de recolección y análisis de datos son algunos de los muchos recursos que permiten a los docentes ofrecer a sus estudiantes posibilidades, antes inimaginables, para asimilar conceptos.
La innovación tecnológica provoca un conjunto de transformaciones en las relaciones sociales y, por ende, en la institución educativa que surge un proceso de adaptación que supone “cambios en los modelos educativos, cambios en los usuarios de la formación y cambios en los escenarios donde ocurre el aprendizaje”. A estos cambios en la institución educativa no escapan los docentes, por ejemplo, la información ahora es digitalizada, entonces se pasa del lápiz y el papel, al teclado y la pantalla; esto exige un cambio en el quehacer diario del profesor, en los roles, así como en la disposición para adquirir nuevos conocimientos que le faciliten su actuación.
En nuestro contexto, nos permite ubicar las actitudes manifiestas por los docentes en dos extremos: la actitud de quienes sienten una amenaza a su rutina y, en el otro, la de quienes tienen una actitud positiva pues ven en el medio un agente motivador en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Hay que llevar a la práctica la renovación de las concepciones educativas, ya que al contrastar las actitudes que alumnos y profesores tienen hacia los computadores, las actitudes mostradas por los primeros son superiores porque los perciben como un medio usual, cotidiano y de fácil manejo; por el contrario, los adultos sienten que necesitan invertir mucho esfuerzo, revisar sus hábitos y conocimientos y lo ven como un medio novedoso ante el cual deben ser precavidos.
Los avances de las Tecnologías de Información y Comunicación, TIC, presionan a la educación y provocan transformaciones en el qué y el cómo enseñar, entre otros aspectos. Su conversión en un soporte educativo efectivo requerirá de procesos de innovación de la mano de los educadores. Es por ello, que es necesario generar experiencias de formación en los centros, que permitan a los docentes adquirir el conocimiento y las destrezas necesarias para que ellos mismos puedan diseñar y producir software educativo adaptado a sus audiencias y a los medios informáticos de que disponen.
Hoy en día, los docentes en ejercicio necesitan estar preparados para ofrecer a sus estudiantes oportunidades de aprendizaje apoyadas en las TIC; para utilizarlas y para saber cómo éstas pueden contribuir al aprendizaje de los estudiantes. Capacidades estas que actualmente forman parte integral del catálogo de competencias profesionales básicas de un docente.
Los docentes necesitan estar preparados para desarrollar a los estudiantes con las ventajas que les aportan las TIC. Escuelas y aulas –ya sean presenciales o virtuales- deben contar con docentes que posean las competencias y los recursos necesarios en materia de TIC y que puedan enseñar de manera eficaz las asignaturas exigidas, integrando al mismo tiempo en su enseñanza conceptos y habilidades de estas. Las simulaciones interactivas, los recursos educativos digitales y abiertos (REA), los instrumentos sofisticados de recolección y análisis de datos son algunos de los muchos recursos que permiten a los docentes ofrecer a sus estudiantes posibilidades, antes inimaginables, para asimilar conceptos.
La innovación tecnológica provoca un conjunto de transformaciones en las relaciones sociales y, por ende, en la institución educativa que surge un proceso de adaptación que supone “cambios en los modelos educativos, cambios en los usuarios de la formación y cambios en los escenarios donde ocurre el aprendizaje”. A estos cambios en la institución educativa no escapan los docentes, por ejemplo, la información ahora es digitalizada, entonces se pasa del lápiz y el papel, al teclado y la pantalla; esto exige un cambio en el quehacer diario del profesor, en los roles, así como en la disposición para adquirir nuevos conocimientos que le faciliten su actuación.
En nuestro contexto, nos permite ubicar las actitudes manifiestas por los docentes en dos extremos: la actitud de quienes sienten una amenaza a su rutina y, en el otro, la de quienes tienen una actitud positiva pues ven en el medio un agente motivador en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Hay que llevar a la práctica la renovación de las concepciones educativas, ya que al contrastar las actitudes que alumnos y profesores tienen hacia los computadores, las actitudes mostradas por los primeros son superiores porque los perciben como un medio usual, cotidiano y de fácil manejo; por el contrario, los adultos sienten que necesitan invertir mucho esfuerzo, revisar sus hábitos y conocimientos y lo ven como un medio novedoso ante el cual deben ser precavidos.
Los avances de las Tecnologías de Información y Comunicación, TIC, presionan a la educación y provocan transformaciones en el qué y el cómo enseñar, entre otros aspectos. Su conversión en un soporte educativo efectivo requerirá de procesos de innovación de la mano de los educadores. Es por ello, que es necesario generar experiencias de formación en los centros, que permitan a los docentes adquirir el conocimiento y las destrezas necesarias para que ellos mismos puedan diseñar y producir software educativo adaptado a sus audiencias y a los medios informáticos de que disponen.
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